Volver a la calma....

Tuve que detenerme y pensar. Pensar más las cosas.
No soy perfecta y lamentablemente no lo puedo cambiar.
Mi psicóloga me cataloga como anoréxica, y eso tampoco puedo cambiarlo. Ella por su propia cuenta debe darse cuenta que mi problema con la comida va y viene, así como con mis emociones. Dependiendo de la rabia que tenga o muy alegre que esté, comeré mucho más de la cuenta. Me harté del juego de contar calorías y eso no va conmigo desde hace mucho. Si me siento triste me alimento de café, sopas, cosas líquidas. A veces frambuesas y helado de mango. A veces agua y pastillas son mi mejor calmante.

Quiero que ella se de cuenta de que yo no soporto las frustraciones porque nací y fui criada por padres perfeccionistas. A los que se enorgullecían un montón al hablar de mis buenas calificaciones, de mi buen rendimiento en los talleres extraprogramáticos, de lo delicada y seNorita que he sido siempre. A los que cuando salía con una nota un poco más baja, me decían que yo podía más.. que por qué me caí.. que eso arruinaría mis notas, mi promedio. Mi vida.

La crianza es una etapa difícil de cambiar, ya que es imposible devolver el tiempo atrás. Junto con la perfección que aprendí, también conocí el auto-control en cada situación social. Siempre educada, siempre un ejemplo para mi familia completa. Yo les preguntaba a ellos qué querían que yo estudiara cuando cumpliera la mayoría de edad: ellos me dijeron "debe ser una carrera que se te dé, algo para lo que seas buena... pero no debes olvidar que luego esa carrera te llevará a tener un trabajo en el cual te deberás aprender a desempeNar.. El salario no puede ser malo.. debes fijarte en todo, hija". Sí... también me hicieron minuciosa.. yo me centro en los detalles y pierdo el enfoque central de las cosas.
La cosa es que dije "derecho o medicina" ya que en ambas se gana bien y las entiendo. Perfecto, eso estudiaré.... Pero siempre quedé con ese vacío dentro de querer explorar más dentro de mí, dentro de las personas. Siempre estuvo allí alguien que no le importó {tanto} el dinero que se ganara. Mi meta es estudiar Psicología en la Universidad de Cambridge.

Hay días en que siento que la vida está ahí para usarla, vivirla, hacer algo útil con ella.
Otros días no tengo el coraje de planear nada porque no tengo ningún futuro sino el más miserable me aguarda.

De mí lamentablemente no depende decidir cómo quiero estar, y eso es algo que tuve que aprender a aceptar desde el 2008. No sé ya cuántas sobredosis de pastillas he tomado en mi vida; pero sí puedo recordar las veces que tomé cloro y shampoo sólo porque quería enfermarme y vomitar. Tambien recuerdo los innumerables cortes en las muNecas. Recuerdo los días que justamente había ayunado por dos días y andaba de sonámbula por la calle vagando algo mareada por tomar unas pocas pastillas... Recuerdo pasar hambre cada noche.. Recuerdo sentir un dolor en el pecho cuando veía un número subir en la balanza. Recuerdo todos los lavados de estómago que al toser me hacían botar sangre por raspar mi esófago...
Es sólo mi idea o esto no le ocurre a la gente normal? {y si es que existe eso}

Creo que esta vez escribí algo más porque no podía dormir y mi mamá me dió una pastilla para estabilizar el ánimo y otra de sedante... buenas noches.